Cuando se trata de cuidarnos, las abuelas casi siempre tienen la razón y ahora están aquí para ponerle la sazón. Descubre a continuación sus consejos y recetas para preparar platos que puedan disfrutar las personas con diabetes tipo 2.
El video de Cocinando con las abuelas está casi listo, y en el mismo, aprenderá los trucos de las abuelas para preparar deliciosas recetas de manera más saludable.
Échale un vistazo a Cocinando con las abuelas y aprende sus trucos para preparar deliciosas recetas de manera más saludable.
Esta receta nunca falla en Puerto Rico ni en tu mesa. La abuela Tita nos muestra cómo hacerla saludable y con todo su sabor.
Mamá Berta es una autoridad de este clásico mexicano. Aprende sus secretos y disfruta de cada bocado.
¿Pensabas que con diabetes tipo 2 ya no podrías comerlas? Por suerte llegó Doña Carmen, con su cariño y simpatía, para enseñarnos a disfrutarlas.
Prepara una, dos o todas y reconecta con esos sabores que pensabas no podrías disfrutar con diabetes tipo 2.
Diariamente, elige alimentos de cada grupo alimenticio (carbohidratos complejos, fibra, proteína magra, vegetales sin almidón, productos lácteos bajos en grasa, grasas saludables para el corazón) y no tengas miedo de probar comidas nuevas.
Incluye más vegetales sin almidón, como verduras de hojas verdes, espárragos, zanahorias y brócoli. Elige frutas enteras con más frecuencia y jugos con menos frecuencia. La fruta contiene fibra dietética, vitaminas y minerales y puede ayudar a satisfacer los gustos por lo dulce.
Aumenta la cantidad de fibra dietética que consumes, haciendo que al menos la mitad de tus alimentos en grano sean de grano entero.
Limita las fuentes de grasas saturadas y elige fuentes de grasas insaturadas al cocinar. Elige carnes magras, aves y pescado siempre que sea posible. Hornea, asa, hierve o cocina al vapor los alimentos en lugar de freírlos. Además, elige productos lácteos bajos en grasa o sin grasa.
Saltar comidas puede hacer que tengas más hambre, mal humor y que no puedas concentrarte. Descubre qué funciona mejor para ti. Algunas personas prefieren tres comidas al día, mientras que otras prefieren dos comidas y dos meriendas. Encuentra un patrón de alimentación que funcione para ti y cúmplelo.
Elige un lugar para sentarte y comer en casa. Comer mientras haces otras cosas puede llevarte a comer más de lo que necesitas.
No es necesario eliminar los alimentos ricos en carbohidratos, pero es importante comerlos con moderación a lo largo del día. Lee las etiquetas de los alimentos y presta atención al tamaño de las porciones y al contenido de carbohidratos.
Esta información no es ni reemplaza el consejo que te haya dado tu médico. Habla con tu médico sobre qué plan de nutrición es mejor para ti.
Pequeños cambios y sustituciones de nuestras abuelas para comer más sano e igual de delicioso:
Cambia el arroz blanco por arroz integral: tiene más fibra y nutrientes, o arroz de coliflor que le añade otra porción de vegetales y fibra
Sustituye el pan blanco por pan con grano entero, o mejor aún, un wrap de lechuga
Cambia la mantequilla o la manteca por aceite de oliva o aceite de aguacate
Sustituye todo tipo de pasta regular por pasta integral, pasta de quinoa, pasta de garbanzos, pasta de almendra, de frijoles o de lentejas
Cambia la sal y prueba con pimienta, hierbas y otros condimentos en su lugar
Sustituye la carne roja por carne blanca
Cambia las papas fritas
por ensalada
Cambia los huevos fritos por huevos hervidos o revueltos
Sustituye la soda por agua